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miércoles, 1 de agosto de 2012

La crisis sin resolver


Muhammad Yunus (famoso por su sistema de microcreditos) pide usar la crisis para cambiar el sistema financiero mundial. La crisis económica mundial puede y debe ser utilizada para cambiar un sistema financiero global, "pensado sólo para unos pocos privilegiados", y cuyas instituciones y conceptos "crean pobreza artificialmente".

En Pekin, el llamado despectivamente por muchos y orgullosamente por otros el "banquero de los pobres" bangladeshí aseguró que la actual crisis es la peor que se podría imaginar, pero señaló que los medios, centrados en las finanzas, olvidan con frecuencia que es también "una crisis alimentaria, energética, medioambiental". "Todo el mundo está ocupado en pensar como volver a la normalidad. Pero ¿de qué normalidad estamos hablando? Yo no quiero volver a la situación anterior, hay que crear un marco para no volver a crear los problemas de la normalidad que había antes", señaló. Yunus propuso en su discurso, entre otras cosas, un "rediseño de los sistemas financieros", que en el pasado no daban cabida a los más desfavorecidos y que obligaron a que gente como él diseñara un sistema financiero aparte, el de los microcréditos. "Les hemos demostrado una y otra vez que los microcréditos funcionan.

Prestas dinero a los más pobres y el 99 por ciento de las veces lo devuelven. Mientras los grandes bancos se desmoronan, los bancos de los microcréditos florecen", sentenció.

Por último, el premio Nobel propuso cambiar el mismo concepto de los negocios, "ya que ahora se cree que la gente únicamente busca el máximo beneficio, y la gente tiene muchas otras dimensiones". "El sistema se centra en nuestra parte egoísta' y olvida nuestro lado 'altruista. Sugiero crear dos mundos de los negocios, uno que haga dinero y otro que lo use en 'negocios sociales", destacó Yunus ante los asistentes al foro pequinés.

Veo también que Yunus trata de no pisar cayos.
 

Quizás muchos no conozcan la historia de muchos "bancos de desarrollo y fomento" de América Latina.

Pero nos olvidamos el origen y permitimos que todo se perdiera en manos de los especuladores y los oportunistas, con la indulgencia, la ignorancia y/o la ingenuidad de los que mandan.